lunes, 5 de abril de 2010

Un paseo por Pestosland (Trofeo Sierra de Algairén)

¿Te definirías como un corredor pestoso, que se defiende bien en subida y lleva de culo a los demás en el llano? ¿Te va el terreno quebrado, ése en el que no existe un metro plano? ¿Amas profundamente las carreteras agrietadas, en las que la bici se agarra como si llevasen imán? Pues colega, estás de enhorabuena. Los compañeros del Club Ciclista Utebo han diseñado un espectacular recorrido para el I Trofeo Máster "Sierra de Algairén", que se celebrará el próximo domingo con salida y llegada en La Almunia de Doña Rogelia. La carrera consta de un recorrido de unos 100 kilómetros, aderezados con 3 puertos, a saber: Codos, Paniza y otro al que, a falta de nombre conocido, denominaremos Longaniza.


Perfil de la carrera (openrunner.com)


Seis kapelmurienses (yo, mí, me, conmigo, mi sombra y mi proyección astral) estuvimos el pasado sábado reconociendo el terreno, para poder así pestosear con conocimiento el domingo. Como se me antojaba aburrido el tramo entre Cariñena y La Almunia, decidí que eran 20 kilómetros p' allá y otros 20 p´acá, sin mucho más que ver, así que a aparcar en Cariñena, tierra de vinos, y a subir Codos.



Altimetría del puerto de Codos. Destacar que, al coronar, hay unos últimos y bestiales 2 kilómetros que no se suben en carrera, llevan al repetidor ( es el lugar al que acuden los despistados para que les repitan las cosas). Por cierto, muchas gracias a Adrián Lorente por cedernos la imagen. Estás invitado a una CocaCola cuando subas por Sabi.


Debo decir que este puerto me sorprendió, no me lo esperaba tan cabroncete. Se puede decir que empieza en Cariñena, puesto que a pesar de empezar con unos cuatro primeros kilómetros muy tendidos, la rugosidad del asfalto y la posibilidad de viento en contra los convierten en terreno de desgaste, que puede ser realmente incómodo en carrera, según estén los ánimos. Pequeña bajada hasta Aguarón, en la cual respiran las piernas, y comienza ya la subida de una forma más clara. Vamos remontando unos campos, la pendiente todavía es bastante tendida pero la sensación de puerto es mucho más clara ya. El tomate empieza cuando llegamos al pie de la montaña; dejamos a nuestra izquierda el chalet de Falcon Crest y un pestoso repecho nos recibe. Desde este punto hasta la cima son unos 5 kilómetros que se hacen más duros de lo que la altimetría dice, ya que es una carretera de esas en las que alguien se dejó caer la barra de Loctite. En resumen, es una subida bonita, en la que probablemente se romperá el pelotón en varios pedazos; no hará falta honrar al nombre del puerto y meter los codos, porque iremos más estirados que la cara de Julio Iglesias.

Personalmente, este puerto me recuerda mucho a Cotefablo (más conocido en Sabi como Cotecarlos, en honor a nuestro compañero Carlos González, que tiene en su carretera su segunda residencia); si bien es cierto que el puerto pirenaico tiene un punto más de longitud y de dureza, no lo es menos que sus carreteras son de un rodar más comodo, lo que equilibra la balanza; ambos tienen una primera mitad de poco porcentaje, muy tendida, y unos kilómetros finales que se agarran bastante.

Tras coronar Codos, tenemos 6,5 kilómetros de bajada hasta el pueblo que da nombre a este puerto. Se trata de un descenso sin mayores dificultades, pero con cierto riesgo de pasarse de frenada en alguna curva si vamos demasiado alegres. Conviene también tener cuidado con la gravilla suelta que podamos encontrar en algún giro.


Llegamos al pueblo de Codos y un pequeño repecho nos da la bienvenida, como queriéndonos decir que no nos acostumbremos demasiado a las bajadas. Pasamos por el pueblo en repecho y tenemos 12 kilómetros de enlace hasta Mainar.



Por ahí, por el centro de la carretera, pasó entrenando Cancellara.

Este tramo, en mi opinión, puede ser la clave de la carrera. Es un sube-sube (aquí no hay subebajas, hamijos) continuo, que coronamos con el alto de Longaniza, unos 2,5 km con pinta de puerto. Toda esta zona es una carretera comarcal, estrecha y con cierta dosis de baches adornando el firme. No está en mal estado, pero conviene abrir los ojos para no caer al vacío en algún agujero.


Cuidado con las minas anti-ciclistas.


Coronamos Longaniza y vamos ya reventados, sí, pero es lo que hay amigos. Somos buenos compañeros y nos repartimos el sufrimiento entre todos. Viene ahora una bajada recta hasta Mainar, en la que el aire de costado podría hacer volar a unas ZIPP.


¿A Mainar por dónde?



Llegamos a Mainar y giro a la izquierda para tomar la carretera nacional. Menudo gustazo poder rodar por aquí sin 850 camiones de Leciñena, de Christian Salvesen o de Transportes Callizo. Los milagros de la autovía... Rodamos fácil, con aire favorable, hasta llegar a las faldas de Huerva/Paniza.



Señores másters, miren la señal, que nos conocemos...


Huerva se sube fácil, si vas bien a plato sin problemas. Son 2 kilómetros de carretera ancha y buen piso. Se corona y, mediante un par de sencillos repechos, enlazamos con el alto de Paniza.


Subida a Huerva/Paniza.


El descenso de Paniza es rápido y sencillo, hasta un manos de árbol podría trazarlo eficazmente. Pasamos por al lado del pueblo de Paniza y enlace rápido, con algún repechillo de medio pelo, con Cariñena.


Por ahí no vale.

Y de Cariñena hasta La Almunia 20 tediosos kilómetros de llano (bostezo) ...


¡Nos vemos el domingo!

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